Una de nuestras prioridades de conservación es la restauración de las poblaciones de tortugas gigantes en el Archipiélago de Galápagos. Estas criaturas no solo son impresionantes, sino que también son ecológicamente esenciales como los herbívoros principales y dispersores de semillas, procesos clave para el mantenimiento de la capacidad de los ecosistemas de proporcionar beneficios esenciales a los seres humanos y al medio ambiente. Proteger estas especies no solo es un compromiso con el ambiente, sino una necesidad urgente para mantener la resiliencia e integridad ecológica de este lugar especial.
Fruto de nuestras investigaciones científicas y esfuerzos de conservación enfocados en las 12 especies de tortugas gigantes que actualmente habitan Galápagos, nos mantenemos alertas ante la situación crítica de ciertas especies de tortuga, entre ellas la Chelonoidis darwini de la isla Santiago, donde existen aproximadamente entre 1000 y 1200 individuos, de los cuales la mayoría son machos, por lo que está catalogada desde el 2015 como En Peligro Crítico de extinción según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Recientemente, un equipo de científicos de Galápagos Conservancy y guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos emprendió una expedición a las zonas de anidación de las tortugas gigantes en la isla Santiago. El propósito principal fue recolectar huevos y tortugas recién eclosiodas para trasladarlas al Centro de Reproducción y Crianza en la isla Santa Cruz, donde el éxito de eclosión de los huevos y las posibilidades de supervivencia de los neonatos experimentan un incremento significativo. Durante esta operación, se trasladaron 169 huevos y 112 neonatos.
Cada huevo llevado al Centro de Crianza representa un avance significativo en la conservación de las tortugas gigantes. Por esta razón, el traslado de huevos y neonatos se realiza vía aérea, siguiendo rigurosos estándares de seguridad diseñados para garantizar la supervivencia de la especie. La movilización por helicóptero nos permite superar desafíos logísticos, mejorando de manera significativa la tasa de eclosión y la supervivencia de los neonatos.
En aproximadamente cinco años, cuando estas tortuguitas hayan alcanzado el tamaño y condición física adecuados para sobrevivir en su entorno natural, serán devueltas a su isla de origen para incrementar la población de C. darwini en Santiago. Este paso es crucial en el proceso de recuperar la población de tortugas gigantes de Santiago a su tamaño y rango de distribución históricos.
Nuestro Director General, el científico Washington Tapia, señaló que ahora, más que nunca, es urgente desarrollar acciones de investigación y manejo. “Al igual que ha ocurrido con otras especies de tortugas como la de Española, incluso en situaciones más críticas, ganarle la partida al fantasma de la extinción y contribuir al proceso de restauración de la población y con ello al proceso de restauración ecológica de la isla”, afirmó.
La colaboración entre Galápagos Conservancy y la Dirección del Parque Nacional Galápagos, respaldada por las generosas contribuciones de donantes comprometidos con la conservación en Galápagos, constituye una parte esencial de las estrategias dirigidas a la restauración de ecosistemas y a la recuperación de las poblaciones de tortugas gigantes en el archipiélago.