El impacto de la pandemia del Covid-19 reveló valiosas lecciones, y una de las más destacadas es la importancia de la autosuficiencia. En este contexto, sobresale el ejemplo de Noemí Rea, una emprendedora quien ha demostrado cómo la agricultura local en Galápagos, es decir, la producción de alimentos dentro de la misma comunidad, puede no solo mejorar la calidad de vida de las personas, sino contribuir a la protección del ambiente.
Durante la pandemia, muchas familias, incluida la de Noemí, optaron por fortalecer sus vínculos con la agricultura. En lugares como la isla donde ella reside, Isabela, alejada de las comodidades de las grandes ciudades, los desafíos se multiplican. Sin embargo, en medio de la adversidad, Noemí y su familia encontraron una fuente de fortaleza y resiliencia en la tierra que cultivan.
Nos complace respaldar esta iniciativa y contribuir a dinamizar la economía local, así como al fortalecimiento de las comunidades rurales de Galápagos. Nuestro apoyo también fortalece las operaciones agrícolas locales, garantizando un suministro constante de alimentos y generando empleo en la provincia.
Este proyecto ejemplifica cómo la dedicación y la colaboración pueden generar un impacto significativo en la protección de un tesoro natural invaluable. Nuestro apoyo a través de las Subvenciones para Acciones de Conservación es posible gracias a las generosas donaciones de personas comprometidas con Galápagos, que comprenden la importancia de conservar esta maravilla única en el mundo. Con su ayuda, podemos continuar salvaguardando este ecosistema único y garantizar un futuro próspero para Galápagos y su población humana.