Cada 26 de julio, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de la Protección del Manglar, destacando el papel crucial que estos ecosistemas desempeñan en la salud de nuestros océanos y costas. Desde Galápagos hasta cada rincón del planeta, en este día se resalta la importancia de conservar y proteger los manglares, cuyos servicios son fundamentales para la biodiversidad marino-costera y el bienestar humano a nivel planetario.
Los manglares son verdaderos guardianes de la biodiversidad marino-costera. En el archipiélago de Galápagos, estos ecosistemas proporcionan hábitats críticos para una amplia variedad de especies marinas, incluidas algunas que buscan refugio y son de importancia socioeconómica, como los pargos y el bacalao. Además de su función como refugio, los manglares desempeñan un papel imprescindible en la protección costera y la captura de carbono, contribuyendo significativamente a la mitigación del cambio climático.
Galápagos alberga cuatro especies distiantas de manglar: el mangle rojo, mangle negro, mangle blanco y mangle botón o jelí. Cada especie posee adaptaciones únicas, como las glándulas especiales del mangle negro para extraer sal y las raíces neumatóforas del mangle blanco. Estas características no solo son esenciales para l asupervivencia de los manglares, sino que los vuelven resilientes frente a los impactos del cambio climático y la actividad humana.
A pesar de su importancia ecológica y socioeconómica en el archipiélago, un estudio de la Fundación Charles Darwin señala que solo el 5% de las áreas de manglar en Galápagos reciben una protección total de actividades extractivas bajo la zonificación de la Reserva Marina vigente desde el 2001.
Los manglares son fundamentales para el turismo: así como para el crecimiento de especies endémicas, formando parte esencial en la vida para numerosas especies, como pelícanos, fragatas, iguanas, tortugas marinas, lobos marinos y varias especies de tiburones.
En este Día Internacional de la Protección del Manglar, reafirmamos la importancia de conservar estos ecosistemas como parte integral de la salud ambiental global. A través de la acción colectiva y políticas de conservación efectivas, podemos asegurar que los manglares continúen proporcionando sus invaluables servicios ambientales en Galápagos y más allá.