En un contexto de creciente inquietud, se ha detectado la presencia de aves sin vida en varias islas del archipiélago de Galápagos. La Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) ha respondido de manera inmediata ante esta preocupante situación, emprendiendo acciones emergentes con el objetivo de esclarecer las causas detrás de estos decesos y proteger la biodiversidad excepcional que caracteriza a esta región única en el mundo.
Hasta el momento, tres individuos han dado positivo para la influenza aviar H5N1. No obstante, para validar estos hallazgos, todas las muestras colectadas han sido enviadas al Instituto Nacional de Investigación de Salud Pública (INSPI) en Guayaquil.
En respuesta a esta situación, la DPNG y la Agencia de Control y Regulación de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos (ABG) han implementado rigurosos protocolos de bioseguridad, con el propósito de evitar la propagación del virus. Además, como medida inicial, la DPNG cerró el acceso a los sitios de visita donde se ha identificado la presencia de aves afectadas, como la islas Genovesa y Punta Pitt en San Cristóbal, y de manera preventiva, Punta Suarez y Punta Cevallos en Española. Además, se ha instado a los operadores turísticos a fortalecer los procedimientos de desinfección de calzado y vestimenta al ingresar y salir de otros sitios de visita terrestres. Asimismo, se ha enfatizado la necesidad de mantener una constante desinfección de áreas comunes al aire libre y de las embarcaciones auxiliares utilizadas para el desembarque de pasajeros.
Los guardaparques y agentes de bioseguridad continúan supervisando minuciosamente los hábitats y áreas de anidación de aves endémicas, como los pingüinos y cormoranes de Galápagos. Se ha solicitado a los guías naturalistas y a los operadores turísticos que intensifiquen la observación y la vigilancia del comportamiento de la fauna, y que informen de inmediato cualquier anomalía a la línea de emergencia establecida.
La autoridad ambiental ha emitido un llamado urgente a la población de Galápagos para que, en caso de encontrar aves enfermas o sin vida, eviten tocarlas o recogerlas. Con el fin de prevenir la propagación del virus, se ha conformado un equipo especializado encargado de recopilar y disponer adecuadamente de las aves muertas, siguiendo estrictos protocolos establecidos.
Nuestro director general, el científico Washington Tapia, lamentó profundamente la llegada de este virus a Galápagos y reafirmó el compromiso de Galápagos Conservancy de brindar apoyo para la implementación de medidas que reduzcan al mínimo su impacto en este ecosistema único. «Estamos en alerta permanente ante esta problemática, confiamos plenamente en la capacidad de la DPNG y la ABG para abordar de manera oportuna y eficaz esta situación», destacó Tapia.