A través de la Iniciativa Galápagos, Galápagos Conservancy y la Dirección del Parque Nacional Galápagos han logrado avances trascendentales en la conservación de los ecosistemas únicos de Galápagos. Estos esfuerzos incansables, centrados en proteger especies icónicas y restaurar sus hábitats naturales, son un testimonio del compromiso con un futuro sostenible para este tesoro natural. A continuación, destacamos algunos de los logros más notables alcanzados en 2024:
Con el propósito de llenar los vacíos de información para la protección de la iguana rosada, una especie en peligro crítico endémica de Galápagos, realizamos cuatro expediciones científicas a su área de vida en el volcán Wolf. Como resultado de este esfuerzo, mediante nuestra red de cámaras trampa se logró recopilar y procesar más de dos millones de imágenes, además de monitorear alrededor de 80 individuos y levantar información de las condiciones ambientales de su área de vida. Estos hallazgos son fundamentales para dar cumplimiento al Plan de Conservación de la especie y así contribuir a su conservación y restauración.
Con la colocación de seis dispositivos de rastreo satelital en tortugas gigantes de la isla San Cristóbal, sobrepasamos los 90 individuos en las diferentes islas y poblaciones de tortugas gigantes en todo el archipiélago están siendo monitoreadas remotamente, permitiéndonos obtener información invaluable sobre sus patrones de movimiento, uso del hábitat y comportamientos migratorios. Esta información es crucial para comprender la ecología y la historia natural de estas especies emblemáticas y diseñar estrategias de conservación más efectivas, que garanticen la protección de sus áreas de vida y la supervivencia de estos icónicos gigantes.
El monitoreo ecológico continuo realizado por nuestro equipo en la Isla Santa Fe ha sido fundamental para evaluar el éxito de un innovador proyecto de restauración de tortugas gigantes y su impacto en los ecosistemas de la isla. Las tortugas se extinguieron en la isla en el siglo XIX, y desde el año 2015 se han introducido 600 tortugas de una especie originaria de la Isla Española para reemplazarlas. En 2024, las encuestas de campo confirmaron que las nuevas tortugas están prosperando, dispersándose por la isla y desempeñando un papel cada vez más importante en la restauración del ecosistema local. La presencia de las tortugas favorece el crecimiento natural de los cactus y controla el exceso de crecimiento de plantas lechosas. La población de la iguana terrestre endémica de la Isla Santa Fe sigue creciendo, lo que sugiere una interacción ecológica positiva con las tortugas recién introducidas, ya que ambas especies herbívoras contribuyen a la recuperación gradual del ecosistema de la isla.
Con el propósito de contribuir al arribo seguro de los albatros a su único sitio de anidación en el mundo, la isla Española, a través de la eliminación de especies leñosas que han crecido en estos lugares debido a la ausencia histórica de las tortugas gigantes, las que con su herbivoría y movimientos tienen la capacidad de mantener las pistas libres de plantas leñosas, se inició el proceso de restauración de 49 pistas de aterrizaje. La limpieza de estas áreas permite la llegada segura de los albatros a sus sitios de anidación luego de sus impresionantes migraciones en busca de alimento.
En la zona de anidación del petrel de Galápagos, en la isla Santa Cruz, se eliminaron especies invasoras como mora, guayaba y cascarilla en aproximadamente 180 hectáreas. Mientras que en Santiago e Isabela se retomó el monitoreo de las colonias de anidación después de varios años, generando hallazgos clave para evaluar su estado de conservación y diseñar estrategias de manejo para garantizar su conservación a largo plazo.
En 2024, reforzamos nuestros esfuerzos para conservar las tortugas gigantes del sur de Isabela, las cuales están gravemente amenazadas por la presencia de especies invasoras como las hormigas de fuego, el ganado vacuno y los cerdos ferales. A través de 15 expediciones a remotas zonas de anidación en el volcán Sierra Negra, se logró reducir la destrucción y depredación de los nidos y colectar 72 huevos y 2 neonatos, los cuales fueron trasladados al Centro de Crianza “Arnaldo Tupiza” en Isabela. Esta acción, llevada a cabo por primera vez en más de 12 años, es clave para acelerar la recuperación de estas poblaciones únicas.
Estos logros son una muestra del impacto tangible de Galápagos Conservancy y sus aliados en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Con cada esfuerzo, reafirmamos nuestro compromiso de proteger la biodiversidad única del archipiélago de Galápagos y asegurar que este legado natural perdure para las futuras generaciones.
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